Es difícil imaginar cualquier comida sin sabor. La pérdida de gusto no es tan rara como imaginas, y puede tener un gran impacto en la vida. El sentido del gusto estimula el deseo de comer y es pieza clave en la nutrición. También ayuda a mantenernos sanos, avisándonos al detectar alimentos o bebidas que están en mal estado. A continuación, te explicamos por qué puede ocurrir esta patología y cuáles son las posibles soluciones. ¡Entremos en detalle!

¿Por qué se produce la pérdida del gusto?

Dulce, ácido (o agrio), amargo y salado son los sabores básicos que sentimos. Y por salado nos referimos a dos sabores distintos: el que nos aportan los alimentos con sal y aquellos otros que no están condimentados. Todos ellos, más las sensaciones de calor y frío y las texturas, se combinan en la boca para darnos el sentido del gusto al completo.

Algunas personas ya nacen con trastornos del gusto y no detectan sabores, pero en la mayor parte de los casos la pérdida del sentido se inicia después de tener una lesión o una enfermedad. Estas son las causas más habituales:

  • Las infecciones de las vías respiratorias superiores y del oído medio.
  • Emisiones de radioterapia para cánceres de la cabeza y/o el cuello.
  • Exposición a productos químicos, como los insecticidas y algunos medicamentos, incluyendo los antibióticos y los antihistamínicos.
  • Traumatismos o lesiones en la cabeza.
  • Cirugía en el oído, la nariz o la garganta (como cirugía del oído medio) o la extracción de la muela cordal (el tercer molar).
  • Tener una mala higiene bucal y diferentes problemas dentales tanto en dientes como en encías.

No obstante, y ahora que vivimos en tiempo de pandemia, el coronavirus también puede producir la pérdida del gusto. De hecho, junto con la pérdida de olfato, es uno de los síntomas característicos de la covid-19 y en muchos infectados esta carencia permanece en el tiempo incluso habiendo superado la enfermedad.

pérdida de gusto

Síntomas y tratamiento

  • Disgeusia. Un trastorno que provoca un persistente mal sabor en la boca, que puede llegar a ser rancio o metálico. La disgeusia a veces ocasiona también una sensación de ardor y dolor.
  • Hipogeusia, un trastorno por el que se reduce la capacidad gustativa.
  • Ageusia, en este caso el paciente pierde por completo el gusto.

El tratamiento siempre depende de la causa. Bien sea por un fármaco o una enfermedad, el médico especialista lo tratará adecuadamente. Es habitual que corrigiendo el problema de origen se elimine el trastorno. Si has perdido el gusto por una mala salud dental o por un resfriado, volverás a recuperarlo cuando estos problemas se resuelvan. Incluso hay pacientes que lo recuperan de manera espontánea, sin ningún tratamiento.

En conclusión, es importante que sepas que la pérdida de gusto en la mayor parte de los casos es recuperable, pero si tienes dudas o notas una sensación extraña a nivel dental lo mejor es que acudas a nuestras clínicas dentales en Enkarterri. Solo así podemos estudiar tu caso y encontrar la solución que necesitas.

Alberto Pereda Dental